Bienvenido 2013

Hola amigos!

Que gusto que hayan venido a visitarme.

Aprovecho para desearles muy felices fiestas y que el año venidero este colmado de bendiciones para todos, pero especialmente para ustedes mis estimados lectoes y amigos, junto con sus seres queridos.

Me gustan los empezares, son una gran oportunidad para realizar cambios, para renacer, para renovarse.

La pregunta es… ¿Estamos preparados para el cambio?

Los cambios verdaderos no necesariamente son producto de una revolución, de una hecatombe o de un arrebato momentáneo (¡hay que cuidarse de los arrebatos!).  También los actos pequeños, cuando se multiplican, pueden transformar el mundo.

No tenemos que involucrarnos en acciones grandiosas o heroicas para participar del proceso de cambio si lo deseamos. Podemos dar cabida a cosas nuevas, ideas alentadoras y a mejoras en nuestra vida si nos abrimos al cambio positivo.

Como lo dijo Howard Zinn, tener esperanzas en tiempos difíciles no es una estupidez romántica. Podemos vivir con esperanza con base en el hecho de que la historia humana no se refiere sólo a la crueldad sino también a la compasión, el sacrificio, el coraje, y la bondad.

Lo que elijamos enfatizar en esta historia compleja determinará nuestras vidas. Si sólo miramos lo peor, lo que veremos destruirá nuestra capacidad de hacer algo. Si recordamos los momentos y lugares –y hay tantos...– en los que la gente se comportó magníficamente, eso nos dará la energía para actuar, y por lo menos la posibilidad de empujar a este mundo, que gira como un trompo, en otra dirección.

¿Y si actuamos?, por pequeña que sea nuestra acción, no tenemos por qué sentarnos a esperar a que llegue un futuro grandioso y utópico. El futuro es una sucesión infinita de presentes y si vivimos ahora como pensamos que deberían vivir los seres humanos, a despecho de todo lo malo que nos rodea, es en sí mismo una victoria maravillosa.

Les deseo a todos un año 2013 lleno de esperanza.