Dicen que la vida es un trayecto, un viaje, y no sólo un destino; también dicen que los objetivos son como la brújula que nos ayuda para no extraviarnos en la ruta; que el cariño, la familia y los amigos, son el combustible que nos impulsa para mantener el movimiento; pero el corazón amigos míos, el corazón sin duda es nuestro volante, y con el tenemos el control en nuestro camino.
Conduce con cuidado en las curvas, las subidas y bajadas; toma precaución con los baches y las piedras abandonadas, dale atención a los señalamientos y avisos que en todas las carreteras suele haber, mantén tus sentidos bien alertas para reaccionar oportuna y acertadamente cuando el caso lo requiera; pero lo principal, no olvides darle su mantenimiento al vehículo para que no nos vaya a fallar.
Jubilados y jubiladas, mantengamos nuestras manos firmes en el volante para conducirnos con decoro, pero disfrutando intensamente del viaje de la vida en completa libertad y plenitud.
Buen articulo y es imporante comprender que no solo los abuelos y abuelas son peligrosos para conducir; bastaria para verificar los numeros y ver que la mayor cantidad de accidentes son protagonizados por la poblacion menor de 30 años.
ResponderEliminarDe acuerdo amigo, gracias por tu visita.
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