¡A dormir se ha dicho!

Dormir ayuda a conservar la salud.

Leí recientemente en "El Universal" (un periódico local) una nota referente a un estudio encabezado por Sheldon Cohen de la Universidad de Carnegie Mellon con el que han demostrado que cuando se duerme suficiente se tiene menos probabilidades de infectarse, entre otros, con el molesto virus que provocan el resfriado común (goteo nasal, congestión de vías nasales e irritación faríngea) situación muy frecuente en estos tiempos de frío.

Hace una especial mención referente a el sueño efectivo, es decir, al tiempo en que verdaderamente se duerme y descansa; muchas veces uno pasa tiempo en la cama pero sin poder dormir y desde luego que esto no da oportunidad al organismo para fortalecer sus defensas, así que aquí algunas sugerencias para el buen dormir. 

• Una buena almohada y un buen colchón es tan importante como la ropa cómoda.
• Ni frío, ni calor y los aromas agradables también son buenos aliados. 
• No es bueno acostarse con hambre, pero... cuidado. Ni copiosos, ni grasos. 
• Caminar un poco por la tarde nunca esta de más y ayuda mucho a relajarnos. 
• La T.V. si no ayuda que no estorbe, prefiere una conversación relajada, música suave o una lectura tranquila. 
• Desconéctate de problemas o preocupaciones, busca ¡un pensamiento feliz!

¡Dulces sueños!