Generalmente no estamos consientes de cuan dependientes somos de determinados servicios como son la luz, el agua, el teléfono, o el celular hasta que por algún motivo se ven suspendidos, y a veces sucede solo por algunos minutos, pero es entonces cuando sentimos que la vida se paraliza y que no podemos hacer nada sin ellos.
A estos servicios básicos ha venido a sumarse el INTERNET.
Hoy en día, disponer de una conexión activa a Internet se hace indispensable, y no solo para revisar nuestros correos o practicar el turismo cibernético, en la actualidad el Internet es prácticamente todo, conecta la actividad laboral, social, familiar y hasta académica, por citar lo más relevante. Puedo afirmar que es casi imposible concebir la vida sin el acceso a este servicio.
Los beneficios que nos ofrece esta tecnología son innegables, pero el problema surge cuando se pasa del uso al abuso, y créanme que lo he visto con mis propios ojos. Desperdiciar la maravillosa oportunidad de hablar con otra persona, de mirarle a los ojos, de sonreírle o brindarle un contacto afectivo, y preferir enviarle un mensaje instantáneo o un email… ¡Aun estando al otro lado de la habitación!
Hay quienes dicen que al no poder acceder al servicio de Internet sienten algo parecido al síndrome de abstinencia que podría padecer alguien con una adicción por ejemplo al tabaco, alcohol o drogas, y estar impedido de su consumo. Ellos afirman que no hay nada peor que buscar la señala y constatar que no se ha podido obtener una conexión o que se tiene el "acceso limitado", lo que en otras palabras significa que... ¡NO hay Internet!.
La propuesta es, DOSIFIQUEMOS, hagamos un uso racional y cuidadoso de Internet al igual que lo hacemos con todos los servicios básicos y démosle preferencia a la comunicación humana directa y personalizada siempre que se pueda.
Tus palabras son mis palabras, hace un momento llegué al desayunador y estaban cada cual con su teléfono, en mundos separados completamente, a eso yo le llamo abuso, se ha perdido la convivencia. Un beso.
ResponderEliminarMi querida amiga, no puedo dejar de reconocer el gran valor del Internet, con decirte que ente otras cosas fabulosas, me parece excelente poder ahorrarme la molestia, el riesgo y el tiempo que implica salir de mi casa para ir a pagar servicios tales como la luz, el agua, el teléfono o la TV satelital. Pero me importa ahorrar este tipo para disfrutarlo con mi familia y amigos, no porque desee sustituir la comunicación y el contacto con las personas.
EliminarTe envío un abrazo, gracias por visitarme.
Hay que reconocer la gran importancia de Internet en la vida real, que ya no tiene vuelta atrás, pero tiene su peligro en la perdida de calidad humana a nuestros actos, como la diferencia entre las maquinitas de juegos y el jugar en pandilla.
ResponderEliminarEl contacto humano no solo es una necesidad psicológica y emocional del ser humano, también es una necesidad física y desperdiciar la oportunidad de mirarnos, de sentirnos, de tocarnos aun solo con la voz, es dejar irse a la vida sin saborearla. Saludos Marcos.
EliminarHola Diana!, cuánto tiempo sin dejarte un saludo!! Vengo a dejarte un abrazo enorme. Cierto es que Internet se ha convertido en una "necesidad básica" y que ha potenciado la incomunicación personal, pero también es cierto que gracias a él se pueden mantener relaciones (como esta... ;) ) que de otra forma habrían sido imposibles.
ResponderEliminarComo con todo.... no hay nada malo si se utiliza con moderación.
Un beso enorme.
Hermosa Nikkita, que gusto recibir tu visita y tienes razón, la amistad supera las circunstancias. Recibe mi cariño.
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